El entrenamiento en ayunas es una estrategia cada vez más popular entre deportistas y personas que buscan mejorar su composición corporal. Pero ¿realmente ayuda a quemar más grasa? ¿Es seguro para todos? En este artículo te contamos qué es el entrenamiento en ayunas, sus beneficios, riesgos y cómo iniciarte de forma segura.
¿Qué es el entrenamiento en ayunas?
El entrenamiento en ayunas consiste en realizar ejercicio físico sin haber comido previamente, generalmente después de un ayuno nocturno de 8 a 12 horas. La idea es aprovechar el bajo nivel de glucosa en sangre para forzar al cuerpo a utilizar las reservas de grasa como fuente principal de energía.
Beneficios del entrenamiento en ayunas
1. Aumento en la quema de grasa corporal
Cuando el cuerpo no tiene glucosa disponible, recurre a la oxidación de grasas para obtener energía. Esto convierte al entrenamiento en ayunas en una herramienta útil para quienes desean reducir su porcentaje de grasa.
2. Mejora de la sensibilidad a la insulina
Esta práctica puede mejorar cómo el cuerpo responde a la insulina, ayudando a prevenir la resistencia a la insulina y optimizando el metabolismo de los carbohidratos.
3. Mejor capacidad aeróbica
El entrenamiento en ayunas favorece la eficiencia metabólica, permitiendo al cuerpo utilizar las grasas como combustible de forma más efectiva, especialmente en deportes de resistencia.
4. Ahorro de tiempo y simplificación del día
Al no tener que preparar ni digerir una comida previa, se reduce el tiempo total de la rutina, lo que puede ser muy conveniente para personas con horarios ajustados.
¿Es el entrenamiento en ayunas para todo el mundo?
No todos deberían incorporar esta práctica sin antes considerar ciertos factores. A continuación te contamos quiénes deberían evitar entrenar en ayunas:
1. Personas con hipoglucemia o problemas de azúcar en sangre
El riesgo de sufrir mareos, debilidad o desmayos aumenta si el cuerpo no puede mantener estables los niveles de glucosa durante el ejercicio.
2. Quienes practican deportes de alta intensidad
Actividades como CrossFit, sprints o levantamiento de pesas requieren energía rápida en forma de glucógeno. Entrenar en ayunas podría afectar el rendimiento y aumentar el riesgo de lesiones.
3. Personas con bajo peso o trastornos alimenticios
En personas con un IMC bajo o antecedentes de anorexia o bulimia, el entrenamiento en ayunas puede ser contraproducente y perjudicial.
4. Mujeres embarazadas o en lactancia
Durante estas etapas, las necesidades energéticas son mayores. Entrenar sin comer puede afectar tanto a la madre como al bebé, y no se recomienda sin supervisión médica.
Cómo empezar con el entrenamiento en ayunas de forma segura
- Comienza con actividades de baja intensidad, como caminar, trotar suave o yoga.
- Hidrátate adecuadamente antes, durante y después del entrenamiento.
- No superes los 20-30 minutos iniciales hasta que tu cuerpo se adapte.
- Escucha a tu cuerpo: si notas fatiga, náuseas o mareos, interrumpe el entrenamiento.
- Reserva los entrenamientos intensos para después de comer, especialmente si incluyen levantamiento de pesas o cardio exigente.
Suplementos recomendados para entrenar en ayunas
Algunos suplementos pueden ayudarte a mejorar el rendimiento y preservar masa muscular mientras entrenas en ayunas:
Cafeína

Estimula el sistema nervioso y favorece la quema de grasas. Ejemplo: Caffeine Express Caps.
BCAA’s

Aminoácidos esenciales que ayudan a preservar la masa muscular durante el entrenamiento sin alimentos.
Sales minerales

Como las Salts Caps Electrolevel, ideales para mantener el equilibrio electrolítico y evitar calambres.
Entrenamiento en ayunas: ¿mito o estrategia efectiva?
El entrenamiento en ayunas no es una solución mágica, pero puede ser efectivo si se aplica con criterio. Su efectividad depende de tu nivel de entrenamiento, objetivos personales y estado de salud.
Conclusión
El entrenamiento en ayunas es una herramienta interesante para optimizar la quema de grasa y mejorar la eficiencia metabólica. No obstante, no es adecuado para todo el mundo y debe integrarse dentro de un plan estructurado, priorizando la salud y el bienestar.